Poco después de despertar, y también una semana más tarde, los investigadores comprobaron que esos sesgos sociales arraigados desde la infancia, se redujeron solo cuando el aprendizaje del contra-sesgo había sido reactivado durante el sueño por el sonido.
sábado, 30 de mayo de 2015
Los prejuicios raciales y de género pueden eliminarse durante el sueño.
Mientras dormimos el cerebro no descansa, al contrario, trabaja activamente en tareas que no puede llevar a cabo durante el día, como la consolidación de la memoria. Investigaciones recientes han demostrado que los recuerdos se pueden reactivar y fortalecer de forma selectiva durante el sueño. Una investigación de la Universidad de Northwestern publicada en "Science" muestra que este método no sólo funciona para la información recientemente aprendida, sino que también puede influir en las actitudes implícitas aprendidos durante la infancia y que permanecen estables durante la vida adulta. Es decir, que esos prejuicios o sesgos pueden “desaprenderse” durante el sueño. En concreto la investigación se ha centrado en los sesgos raciales y de género. El experimento consistía en que los participantes vieron imágenes de hombres y mujeres de diferentes razas. Y como parte del entrenamiento aprendieron a asociar razas y géneros con características opuestas a los prejuicios. Por ejemplo, a asociar las caras femeninas con palabras relacionadas con la ciencia, ya que algunos estudios sugieren que los científicos son más propensos a contratar hombre que mujeres. De igual forma, las caras de hombres negros se asociaron con palabras políticamente correctas. Además, se emparejó un sonido distintivo con cada tipo de “contra-sesgo”. Después del entrenamiento, los participantes durmieron una siesta de 90 minutos, durante la cual oyeron varias veces de forma aleatoria el sonido utilizado durante el entrenamiento u otro distinto.
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