En Reino Unido, unos surfistas se han convertido en los protagonistas de una investigación científica. En concreto, el centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud Humana en la Universidad de Exeter y los activistas de Surferos contra las Aguas Residuales» (SAS), buscan voluntarios para ayudar a este equipo de investigadores a descubrir los efectos de la contaminación marina en el salud humana. Especialmente, en lo relativo a la probable presencia de bacterias resistentes a los medicamentos en el agua (conocidas como «superbacterias» o «superbugs» en inglés).
«Vagabundos de playa» («Beach Bums», en inglés), que así se conoce el proyecto, busca en la actualidad 300 surferos por todo Reino Unido, y espera que los resultados estarán para 2016.
Las pruebas realizadas hasta ahora han mostrado que el agua podría contener bacterias resistentes a los antibióticos, conocidas por la expresión inglesa «superbugs».
Hay un incremento en el número de bacterias que se han desarrollado e inmunizado incluso contra los medicamentos más potentes. Lo que hace que las infecciones más comunes sean mucho más difíciles de tratar. Tan en serio se han tomado la amenaza en los Estados Unidos, que el presidente Barack Obama lanzó recientemente un plan de acción de cinco años para reducir el uso de antibióticos en los tratamientos.
«Vagabundos de playa» («Beach Bums», en inglés), que así se conoce el proyecto, busca en la actualidad 300 surferos por todo Reino Unido, y espera que los resultados estarán para 2016.
Las pruebas realizadas hasta ahora han mostrado que el agua podría contener bacterias resistentes a los antibióticos, conocidas por la expresión inglesa «superbugs».
Hay un incremento en el número de bacterias que se han desarrollado e inmunizado incluso contra los medicamentos más potentes. Lo que hace que las infecciones más comunes sean mucho más difíciles de tratar. Tan en serio se han tomado la amenaza en los Estados Unidos, que el presidente Barack Obama lanzó recientemente un plan de acción de cinco años para reducir el uso de antibióticos en los tratamientos.
En este sentido, las muestras recogidas al compararlas con personas que no pasan regularmente su tiempo en el mar proporcioná a los investigadores, una idea de los microorganismos que colonizan el cuerpo de los surfistas y de cómo las superbacterias pueden afectar a las personas. En opinión de Andy Cummins, de SAS, «pese a que la calidad de las aguas ha mejorada dramáticamente en los últimos 20 años, las aguas costeras todavía pueden ser contaminadas por animales y seres humanos, que podría introducir miles de millones de bacterias potencialmente dañinas en el medio del océano». «Este proyecto nos puede dar la información adecuada», ha concluido.
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