Un equipo de científicos del Imperial Collegede Londres (Reino Unido) ha detectado lo que parecen ser restos de tejidos blandos en un grupo de fragmentos de fósiles (en mal estado de conservación) de dinosaurios de hace 75 millones de años.
El descubrimiento de restos de glóbulos rojos y fibras de colágeno en estos fósiles es toda una novedad ya que, hasta el momento, sólo se había encontrado tejido blando en fósiles que estuvieran muy bien conservados, lo que hace reflexionar a la comunidad científica respecto a la biología de los dinosaurios y sus relaciones entre distintas especies. La forma de conservación de los fósiles de dinosaurios ha de ser replanteada.
Para llevar a cabo su estudio, los científicos utilizaron un amplio abanico de técnicas, incluido el empleo de un dispositivo de microscopía electrónica de barrido para observar la estructura, la composición y la ubicación del tejido blando dentro de parte de una garra de dinosaurio fosilizado. Tras esto, un haz de iones centrado en laminar las muestras para observar la estructura interna de los fósiles dio como resultado la identificación de pequeñas estructuras que guardan similitudes con células rojas de la sangre y bandas fibrosas de colágeno. Si así fuera, si se confirma que se trata de células de dinosaurio, podríamos averiguar en qué momento estos pasaron a un metabolismo de sangre caliente como el de los pajaros.
“Nuestro estudio nos está ayudando a ver que la preservación de tejidos blandos en fósiles de dinosaurios puede ser mucho más común de lo que se pensaba”, explica Susannah Maidment, coautra del estudio.
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