Desde esta perspectiva, elegida cuidadosamente por su autor, las líneas de polvo de la galaxia de la Vía Láctea parecen prolongaciones naturales de las ramas del árbol.
César Vega se quedó despierto hasta las 2 de la madrugada esperando que la galaxia emergiese sobre este roble de apariencia majestuosa. Y este es el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario