Un grupo de investigación del Instituto de Nutrición Animal de la Estación Experimental del Zaidín ha conseguido alterar el metabolismo en cerdos obesos produciendo carne más magra. Para ello se ha valido del uso de dos sustancias, la betaína y el ácido linoleico conjugado
La betaína es un derivado del aminoácido glicina, y el CLA es un derivado del ácido linoleico, un ácido graso esencial. Los investigadores han usado estas sustancias como modificadores metabólicos por su capacidad de alterar el depósito de proteína y grasa en el organismo animal, disminuyendo el tejido adiposo y aumentando el músculo, además de incrementar la velocidad de crecimiento.
Estas propiedades son de claro interés para los productores de carne, pero también en nutrición humana donde, actualmente, el sobrepeso es una plaga presente en todas las sociedades desarrolladas
En ratones y ratas, los modelos más frecuentemente usados en investigación biomedica, se ha descrito que el CLA puede inducir resistencia a la insulina, inflamación del hígado
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